domingo, 15 de mayo de 2011

Riesgos de la radiación solar

Arrugas, quemaduras de primer y segundo grado, y cáncer de piel son algunos de los resultados por la exposición directa a los rayos solares, advirtió Rosa María Ponce Olivera, profesora del Posgrado en Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Radiación Ultravioleta
La especialista explicó que la radiación ultravioleta (UV) se divide en UV-A, la que más envejece la piel; UV-B, que genera propensión al cáncer, y UV-C, implicada en el desarrollo de varios tipos de carcinoma y que no recibíamos en el planeta debido a la protección de la capa de ozono.
El primer daño de una radiación indiscriminada es la quemadura aguda, la cual se genera por la simple exposición y da el efecto de piel roja, puede considerarse quemadura de segundo grado si presenta ampollas.
El bronceado, es otra afectación de la radiación, en la que las células de color, llamadas melanocitos, producen más melanina para defenderse de las agresiones.
El peor de los efectos es el cáncer de piel y se divide en dos tipos. El primero llamado melanoma, en el cual el 95 por ciento de los casos produce lunares grandes con volumen de color café o negro.
El segundo tipo, menos peligroso, se denomina cáncer no melanoma y tiene dos variantes: el carcinoma basocelular y el epidermoide.
El basocelular es el más común y es considerado el menos maligno porque no se expande a otra parte del cuerpo aunque sí desgasta la piel, especialmente de la nariz y los ojos. El epidermoide produce una piel gruesa y displásica.
Protección
La dermatóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM),  recomienda el uso diario de fotoprotectores o bloqueadores solares.
“Arriba del número 30 es una protección solar elevada. Muchos todavía tienen graduaciones hasta el 100, pero cada vez más se ha puesto una nomenclatura de 50+, de muy alta potencia”, abundó.
Además sugiere cubrirse con ropa de algodón, gorras, lentes y reaplicar bloqueadores cada cuatro horas.
Recordó que aunque las pieles blancas son más vulnerables que las oscuras porque tienen menos melanina, las personas morenas no están exentas de la agresión solar.

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